Letra y Significado de AVES DE PASO, Joaquín Sabina


Damian opina:
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Puesto #1


Puesto #1 Aca cuenta en resumida como fue marcada su vida por las mujeres y que huella han dejado cada una de ellas, como un suspiro en el tiempo les nombra como aves de paso; y en casos especificos resume puntualmente en una oracion como registra esa union, que inclusive son otras canciones de él. Por ej. " a la intrépida cholula argentina....(Peor para el sol)" " A la reina de los bares del puerto......(besos con Sal)" "A los ojos verdes como aceitunas....(Hotel dulce hotel)"...

Marco opina:

Puesto #2 Una canción dando honor a las "aves de paso" a las "damas de noche" a las "cenicientas de saldo y esquina" o a las prostitutas, como se les quiera llamar.

Desde las menos conocidas como la niñera madura o la misteriosa viuda de luto, hasta las más conocidas como la Mata-Hari o Salomé.
Como extra, nos cuenta qué otras canciones inspiraron estas mujeres (besos con sal, hotel dulce hotel, peor para el sol?)


A las peligrosas rubias de bote
que en relicario de sus escotes
perfumaron mi juventud.
Al milagro de los besos robados
que en el diccionario de mis pecados
guardaron su pétalo azul.
A la impúdica niñera madura
que en el mapamundi de su cintura
al niño que fuí espabiló.
A la flor de lis de las peluqueras
que me trajo el tren de la primavera
y el tren
del invierno me arrebató.
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.
A la misteriosa viuda de luto
que sudó conmigo un minuto
tres pisos en ascensor.
A la intrépida "cholula" argentina
que en el corazón con tinta china
me tatuó "peor para el sol".
A las casquivanas novias de nadie
que coleccionaban canas al aire
burlón de la "nit de Sant Joan".
A la reina de los bares del puerto
que una noche depués de un concierto
me abrió
su almacén de besos con sal.
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.
A Justine, a Marylin, a Jimena,
a la Mata-Hari, a la Magdalena,
a Fátima y a Salomé.
A los ojos verdes como aceitunas
que robaban la luz de la luna de miel
de un cuarto de hotel, dulce hotel.
A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían.
Damas de noche
que en asiento de atrás de un coche
no preguntaban
si las querías.
Aves de paso,
como pañuelos cura-fracasos.
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