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El 7 de noviembre de 1986, mientras Fito se encontraba de gira en Río de Janeiro, Delma Zulema Ramírez de Páez (abuela), Josefa Páez (tía abuela) y Fermina Godoy (empleada de las abuelas, embarazada) fueron brutalmente asesinadas. El año anterior había muerto el padre. En el crimen de las abuelas, se inculpó a todo el mundo, al esposo de la empleada, a los tíos de Fito, y a Fito mismo. Cuando el artista se enteró de la noticia expresó un tiempo después: ? No puedo explicar cómo quedó el cuarto del hotel en Río. Lo destrocé. Dolor violento. Perdí tanto la conciencia que hoy no me acuerdo exactamente lo que sucedió. Era como un animal enjaulado en su propio dolor. [...] Creo que me la pasé todo el día llorando, tomando whisky y lexotanil. [...] Cuando volví a Rosario, imagínate la cantidad de versiones que había en ese momento: que era una venganza contra mí, que yo estaba metido en el tráfico de drogas, que mis primos... De hecho, en Ciudad de pobres corazones digo: «No quiero empezar a pensar quién puso la yerba en el viejo cajón». Mi primo y mi tío vieron a unos de los canas (policías) meter un cacho de fumo en un cajón donde yo tenía guardadas cosas mías, letras, papeles. Lo vieron, pero nosotros no quisimos ahondar mucho en ese tema. Se ve que la policía quería encontrar rápido un culpable. La verdad es que fue una época muy confusa.? Al final, se descubrió a los culpables ayudados por una presión del intendente, los hermanos Walter y Carlos De Giusti. Fito los conocía de la secundaría, y ambos estaban medio locos. Al final, confesaron y se supo como había ocurrido todo. El hecho provocó un alto impacto en el músico. Fabiana Cantilo, viendo el deterioro emocional del artista, lo obligó un día a levantarse de la cama para ir al estudio de grabación. Es allí donde compuso la canción «Ciudad de pobres corazones». ?Cuando encontré a Baglietto en La Mar Studios, me preguntó: «¿Cómo estás?». Yo le di play a la consola de grabación y comenzó a escucharse el tema: «¡En esta puta ciudad todo se incendia y se va, matan a pobres corazones!» (con una instrumentación dramática de teclados y guitarras). Cuando terminó le respondí: «Así estoy».?