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Desde el principio la canción se canta en segunda persona, como una dedicatoria directa. Comienza afirmando que "todos sabemos" qué es lo que ocurre, y culpa del hombre a quien transmite de lunes a viernes y recibe "propinas de Carlos Salinas". Zabludovsky y, en general, la cadena Televisa, siempre fueron vistos como aliados del expresidente recordado tanto por su polémica llegada al poder tras una misteriosa caída del sistema como por su represión hacia la prensa mexicana y a la libertad de expresión. La letra continúa tachando de "pamplinas" todo lo que se dice en vivo en el programa que "se queda en familia", haciendo alusión a la condición familiar que siempre ha caracterizado a la famosa cadena de televisión nacional. Menciona la marcada parcialidad del periodista hacia el partido (en aquel entonces) hegemónico afirmando que "le tira pedradas a algunos partidos" y "enjuicia personas al aire y en vivo". Incluso menciona el comúnmente omitido tema de la guerrilla mexicana ?que no se dio a conocer de forma masiva hasta diciembre el año de 1994 y vía Internet, siempre mostrando cierto rechazo hacia los medios masivos de comunicación tradicionales? y la manipulación de cifras, común en los comunicados oficiales transmitidos al aire. La letra continúa criticando el trabajo y la ética de Zabludovsky diciendo que "es su trabajo que nadie se entere", "le conviene tener ignorante a la gente" y "le vende noticias al mejor postor". Las estrofas finales son, en forma de remate, adjetivos despreciativos hacia el periodista: mal informante, impostor, chismoso, traidor; para finalizar recordando que a todos nos miente y exigiéndole que deje de hacerse el inocente, que deje de hacerse el "bobo". La canción, más que desprestigiar a Jacobo Zabludovsky, busca concientizar a los mexicanos.