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A veces el amor resulta ser la piedra que el viejo SÃsifo empuja eternamente a lo alto de una montaña. Como el maldito SÃsifo la vemos muy menudo rodar ladera abajo cuando creÃamos alcanzar la cima. Pero, ¿quién dice que siempre ha de ser asÃ? Como dice otra canción, la excusa más cobarde es culpar al destino, y no está perdido aquello que no fue. Y el mundo, el cascabel de un gato asustado, detiene su ritmo frenético y echa el ancla ante la calma chicha que ofrece el encuentro con un viejo amigo. Paxariño toca con inigualable sensibilidad un clarinete persa inspirado en el duduk que suena en el tema Jenny Wren del sabio McCartney. x Ismael SerranoExtraÃdo del sitio oficial de Ismael Serrano